La trufa negra es un hongo que ya hace siglos que se utiliza como alimento exquisito. Pero no fue hasta finales del siglo XIX que se empezó el arte de la truficultura y aparecieron las primeras plantaciones rentables de trufa negra. A pesar de que el cultivo de la trufa sigue albergando algunos misterios, se ha estudiado mucho su funcionamiento y se han esclarecido varias dudas sobre cómo debe cultivarse la trufa.
Y es que...¿Sabías que España es el principal productor de trufa negra melanosporum del mundo, con cerca de un 60% de la producción mundial? En este artículo te explicamos lo que se sabe sobre el cultivo de uno de los alimentos más valiosos del planeta.
El terreno
Si se observan las diferentes plantaciones de trufa que hay plantadas por todo Europa, veremos que no existe un tipo de terreno exclusivo y definido para plantar trufas. Existe mucha variedad de zonas donde alguien puede cultivar trufas, pero en lo referente al terreno, sí que hay algunas directrices que la mayoría cumplen.
Una de ellas es el pH del suelo. Se ha demostrado que la trufa negra Melanosporum solo crece cuando está entre 7.5 y 8.5 de pH. También sabemos que resulta positivo para las trufas que los suelos no sean muy compactos. De este modo, el agua se filtra sin demasiadas dificultades. Tampoco es necesario que los suelos sean de gran calidad: las plantaciones de trufa proliferan en zonas con rendimientos agrícolas más bien bajos, con terrenos de piedra caliza.
El clima
El clima meditarraneo es considerado el mejor para el cultivo de trufas. Estas se adaptan con las siguientes condiciones climáticas: estaciones secas y calurosas y estaciones más húmedas con temperaturas suaves.
Se podría decir que un clima ideal para la trufa sería cuando en invierno no se sufren muchas heladas seguidas; en verano solo llueve puntualmente; y en los meses de otoño y primavera el suelo se mantiene húmedo sin llegar a temperaturas o situaciones meteorológicas extremas.
Se considera que la media anual de temperatura en una plantación trufera debería rondar entre los 10 y los 15 grados. Las medias máximas deberían llegar hasta 25 grados en los meses de verano y las mínimas hasta 5 grados en los meses de invierno.
En lo referente a la precipitación, las cantidades habituales medias se sitúan entre los 500 y 900 mm. anuales. Por este motivo, conviene tener instalaciones de riego por si algún año es más seco de lo habitual.
“Árboles truferos”
¿Dónde se cría la trufa? Se ha demostrado que una trufa necesita las raíces de un árbol para crecer. Es un elemento indispensable para una plantación, y por supuesto también se ha investigado sobre cuáles son los mejores árboles que pueden llegar a “alojar” trufas.
Las encinas son los “árboles truferos” más utilizados en las plantaciones de trufas. También se han logrado buenos resultados de recolección con otras especies como por ejemplo los robles pero definitivamente se define a la encina como el mejor “árbol trufero” que existe.
Estos “árboles truferos” deben tratarse desde su nacimiento para que acaben albergando trufas. El objetivo es lograr una simbiosis entre el árbol y el hongo para que la relación entre ambos sea útil para los dos organismos. Hay diferentes modos de conseguirlo, como por ejemplo poner en contacto las raíces de los árboles con hifas del hongo de la trufa negra para lograr esta inoculación que, pasados unos años, nos dará los frutos deseados.
Los resultados
¿Cuánto tiempo tarda en crecer la trufa? Este es un factor que puede variar según plantaciones, aunque aún no se tiene la respuesta definitiva, ya que depende de múltiples factores.
En España, el país con más producción de trufa negra del mundo, se calcula que una plantación puede empezar a dar resultados a partir de los 8 años, aunque se han encontrado situaciones en las que se han obtenido resultados con menos tiempo.
En efecto, obtener una trufa de gran calidad es el resultado de mucho trabajo… aunque también se necesita algo buena suerte, ya que hay factores que se desconocen y en condiciones a priori similares, en algunas plantaciones se obtienen grandes producciones y en otras, resultados nefastos.
Quien sabe si en un futuro no muy lejano lograremos encontrar todas las respuestas a los misterios que, después de décadas de investigación, aún siguen planeando sobre estos hongos tan peculiares.